Después del éxito de la primera entra sobre monumentos desconocidos de Madrid os traigo la segunda parte en la que mencionaré otros monumentos, o conjuntos de monumentos siendo más exactos.
Parque de El Capricho.
El cartel de la entrada que nos da la bienvenida.
Posiblemente uno de los parques menos conocidos de Madrid, incluso por los propios madrileños, pero de los más hermosos que podemos encontrar en la capital. El complejo de 14 hectáreas se encuentra en la actualidad en el extrarradio, en el barrio de Alameda de Osuna, dentro del distrito de Barajas. La construcción estuvo a cargo de los Duques de Osuna entre finales del siglo XVIII y principios del XIX (1789-1839) como una finca de reposo para María Josefina Pimentel. El arquitecto, Pablo Boutelou, se basó en uno de los estilos dominantes del momento, el Romanticismo, con influencias italianas, francesas e inglesas. Constituyó uno de los núcleo centrales de reunión de intelectuales y nobles de la villa de Madrid durante buena parte del siglo XIX. Durante las guerras napoleónicas en la Península Ibérica el complejo sufrió graves daños siendo recuperado después por la Casa de Osuna. A finales del siglo XIX la familia Osuna sufre estrecheces económicas por lo que tienen que vender algunas de sus propiedades, entre ellas El Capricho. Fue comprado por la familia Bauer que lo mantuvieron hasta poco antes de empezar la Guerra Civil Española. Durante esta sirvió como punto de defensa de Madrid y después de terminar, en 1943 fue declarado jardín artístico. Tras esto pasó por varias manos que se llevaron algunos de los elementos originales. En 1975 es adquirido por el ayuntamiento de Madrid y unos años más tarde comienzan los trabajos de restauración y acondicionamiento.
Mapa de todo el jardín.
Explicaré los monumentos como si de una visita virtual se tratara, en sentido de las agujas del reloj desde la plaza de toros.
Plaza de toros
Nada más pasar por la entrada actual encontramos la plazoleta conocida como la plaza de toros. El nombre no es arbitrario ya que la duquesa era muy aficionada a la tauromaquia y en vida fue valedora de algunos toreros. La estructura donde se realizaban las corridas era de madera, por ello no ha perdurado.
Vista de parte de la "calle" principal.
Desde la plaza de toros hasta el Palacio de los Duques encontramos una serie de monumentos a lo largo de un eje vertebrador ricamente decorado con plantas y flores.
Columna de los duelistas o de los enfrentados.